20090303

pasos


Recuerdo justo ese momento, mis pies y los suyos bajo una lluvia de colores procedente de las luces de la ciudad. Él seguía mis pasos a través del visor de la cámara, yo movía mi cuerpo como si me persiguiese un mirón que enloquecía con cada parada de mis pies pensando haberlo conseguido. Me gusta que me miren, ser deseada. En eso nos hemos convertido, en meros observadores, en observados, nos gusta experimentar desde fuera o ser el protagonista de la historia. Yo me decanté por ser la observada. Cientos de imágenes recorren nuestra mente. Mis zapatos contoneándose lentamente, sin prisas y la punta de sus botas invadiendo mi espacio. Dividimos lo que vivimos, nos hemos acostumbrado a los primeros planos. Podría describirte cada milésima de su piel, conozco cada fragmento de su cuerpo.

1 comentario:

LatitadeAlmendras dijo...

ya te estaba echando de menos.

a mi también me gusta sentirme deseada, ¿a quién no?

me he acordado de tus sandalias rojas de tacón y lo guapa que estabas con ellas.

te abrazo